Archivo de la categoría: KDE

Primeras impresiones de KDE 4.9

Al empezar a usar KDE me he encontrado con cosas muy positivas pero también con algún que otro problemilla (no todo va a ser perfecto en la viña del Señor).

Cosas positivas, entre otras:

– Va bastante rápido (mucho más fluido de lo que esperaba).

– Es bastante estable en comparación a las primeras versiones de KDE 4, a las que sucedía algo parecido a los mensajes que le enviaban al Inspector Gadget: explotaba a los 5 segundos.

– Dolphin muy completo y muy muy personalizable. Francamente, no creo que haya un explorador de archivos con más opciones de configuración. En realidad, casi cualquier aspecto de KDE tiene muchas opciones de configuración y personalización.

– Estéticamente muy bonito.

Pero también me he encontrado con algún problema:

– Alguna vez se me ha quedado frito. Es cierto que no del todo, porque he podido abrir una terminal de texto y monitorizar/matar procesos sin problemas. Por otra parte, la música que tenía puesta no ha notado ni un parón (eso me ha gustado: puede que se quede congelado en alguna ocasión -casi nunca- pero… la música que no pare).

– Kmail2 me ha gustado de primeras pero lo he desestimado como cliente de correo pop porque no permite insertar un archivo html como firma de mail. Es un bug reconocido que lleva, al parecer, bastante tiempo sin solución (se debe a que el intérprete de html precisamente no «interpreta» el html y muestra el código fuente del html en el mail en lugar de interpretarlo).

– Kmail2, en la versión 4.8 de KDE, tiene el problema de que no maneja bien el autocompletado con las direcciones que has metido en kontact. En la versión 4.9 esto se ha solucionado y ya funciona perfectamente. – Otro problema de Kmail. No sé por qué no me aparecía por ningún lado la papelera, con lo cuál, cuando borraba un mail desaparecía para siempre…(*)

– Debido a un bug -que también tiene su tiempo-, no es posible usar el teclado numérico en las secuencias de teclado. Es un detalle sin importancia que no me ha supuesto mayor problema, pero vamos, en Openbox funcionaban perfectamente y aquí no, y hay que decirlo.

Esto es básicamente lo que he notado al usar estos días KDE 4.9, pero vamos, lo tengo poquito tiempo. Cuando tenga alguna novedad (buena o mala) os la comento. Prometido.

 

(*) Aunque en este artículo comenté que me quedé con Linux Mint 13 KDE, tras estos problemas de Kmail2 que comento y alguna pequeña cosa más, decidí pasarme a KDE 4.9, por lo que ahora mismo uso Kubuntu 12.10, y de momento… genial.

Adios Openbox… hola KDE

Pues sí, tras varios meses de trabajo con Openbox en mis equipos, y aunque muy conforme con la rapidez y facilidad de configuración -entre otras cosas- de Openbox, estaba un poco cansado de la monotonía del aspecto de las ventanas y del escritorio en general. También echaba de menos los efectos tipo Compiz de los que disfruté hace tiempo.

En el artículo anterior comentaba que estuve probando, entre otros, KDE. Bueno, pues después de analizar las cosas que me gustaban de Openbox intenté ver cómo conseguirlas en KDE, lo cuál no fue difícil ya que KDE viene muy completo en cuanto a configuración y personalización.

Mis pretensiones tampoco son mayúsculas; entre otras, éstas:

  • usar audacious como reproductor de música predeterminado (en lugar de Amarok),
  • usar combinaciones de teclas para la mayoría de acciones de uso diario,
  • que ciertas aplicaciones se abran automáticamente en cierto escritorio,

Además, me gustó mucho la gestión de dispositivos USB (tuve algún que otro problema en openbox con pendrives, por ejemplo), el tiempo de arranque, o la facilidad para configurar cada escritorio con un fondo de escritorio distinto e incluso de widgets distintos. También me ha gustado dolphin como explorador de archivos, es mucho más completo que thunar sin ir en detrimento de la velocidad (aunque, obviamente, thunar tiene un tiempo de carga menor).

Aún no me he hecho a las «activities» famosas, que tan de moda están en los escritorios actuales, pero tampoco he echado nada en falta (ya las toquetearé más adelante).

Los scripts que tenía para configurar automáticamente la distro una vez instalada los he adaptado a KDE y van perfectos (o casi ;-).

Como nota final, sólo añadir que si bien es cierto que los gestores de escritorio actuales tienden a convertirse en mamotretos gigantescos que pesan mucho tanto en CPU como en memoria, con un equipo medianamente moderno, van muy muy fluidos. Eso sí, por este mismo motivo, en equipos más antiguos, entornos ligeros como openbox, blackbox, enlightenment, icewm… siguen y seguirán triunfando.

Como mi máquina (no siendo demasiado potente) mueve muy bien KDE (seguro que la tuya también), a fecha de hoy sólo puedo decir, como reza el título del artículo: adios openbox… hola kde!

Mate, Cinnamon y KDE 4.8

A pesar de tener mi distro a mi gusto, configurada y personalizada, me gusta echar un vistazo a los entornos Gnome y KDE para ver cómo van los desarrollos, cómo son de estables, qué funcionalidades han añadido (o quitado), etc.

Probé hace tiempo los proyectos Mate y Cinnamon a través de Linux Mint. El primero es un fork de Gnome 2 que comenzó un usuario de Archlinux y que ahora es un proyecto soportado por los desarrolladores de Linux Mint. El segundo es un fork de Gnome Shell.

Ambos son una forma de traer algo parecido a Gnome 2 a los usuarios de Gnome que no están conformes con el cambio a Gnome Shell (Mate lo hace basándose en GTK2 y Cinnamon con GTK3).

Tienen buena pinta aunque yo prefiero Cinnamon a Mate porque me parece un proyecto más sólido y más acorde con el desarrollo actual de Gnome. En Mate se plantean si seguir con GTK2 o pasar todo a GTK3, mientras que Cinnamon, basado totalmente en GTK3 van avanzando a pasos de gigante, añadiendo características nuevas en cada versión.

Una cosa que creo que han hecho bien es incluir Nemo como gestor de archivos en lugar de Nautilus, y es que Canonical recortó bastante las funcionalidades de Nautilus al pasar de versión 3.4 a la 3.6 -creo recordar-.

Lo que me falta de Cinnamon son más opciones de configuración. Llegado a este punto decidí probar KDE.

KDE va ya por la versión 4.9 y, aunque las primeras versiones de la 4.x eran catastróficas (era un casque tras otro… aquello era inusable), éstas últimas versiones están empezando a tener buena reputación, aquella que ya tenía KDE cuando iba por la 3.x.

He probado Kubuntu 12.04 y KDE me ha despertado bastante la curiosidad. Al contrario de lo que había oído, va bastante rápido y tiene una pinta fantástica, y es que, estéticamente, pero sobre todo, en cuanto a opciones de configuración, lo tienen muy bien logrado. De hecho, dudo que haya otro gestor de escritorio con más opciones de configuración que KDE.

Tras probar Kubuntu 12.04, me dije, estando ya a mediados de octubre, ¿por qué no probar la 12.10? Si la 12.04 viene con KDE 4.8 por defecto, la 12.10 viene con la 4.9.

Bueno, no le he dado tiempo a esta última para poder ver las diferencias entre la 4.9 y la 4.8 porque las dos distros de Kubuntu me han dado varios fallos y, aunque seguro que con alguna actualización la cosa mejora, con lo estable que tengo mi equipo con Openbox, cualquier fallo que me deja colgado el equipo le baja la puntuación global bastante a la distro en pruebas.

Así las cosas me descargué la versión KDE de Linux Mint 13 (Maya). Ésta, al igual que Kubuntu 12.04, también está basada en KDE 4.8.

Aunque hay quien dice que Kubuntu 12.04 es la mejor distro con KDE, no comparto esa opinión. Linux Mint resulta ser mucho más estable que Kubuntu. He probado las 3 distros en varios equipos y en todos Linux Mint es más estable.

Decía antes que KDE tiene muchas opciones de configuración. Aunque para alguien que pasa de un gestor de escritorio simple y con pocos ajustes que tocar, las opciones de KDE le pueden parecer abrumadoras, lo cierto es que tiene cosas muy muy útiles. Antes de finalizar este artículo os voy a poner un caso práctico.

Por ejemplo, toqueteando por aquí y por allá veo la siguiente opción de un menú de ventana:  Configurar el comportamiento de la ventana.

Al entrar en dicha opción nos aparece una ventana tal que así (una imagen vale más que mil palabras):

Configuración del comportamiento de ventana en KDE

Como véis, tiene muchas opciones, entre ellas, una titulada Reglas de la ventana. Esta opción permite configurar que cuando se abra al ventana:

  • Tenga un tamaño que nosotros fijemos
  • Que esté maximizada
  • Que aparezca minimizada
  • Que tenga un tamaño mínimo
  • Que aparezca en tal escritorio

Hasta aquí mis breves comentarios sobre Mate, Cinnamon y KDE 4.8.